Imagen: Rego - d4u.hu
Imagen: Rego - d4u.hu

Hace semanas traté el tema de las dudas personales como punto de partida a la hora de que los emprendedores se enfrenten al proceso de iniciar un proyecto empresarial. El siguente escalafón, o el primero en muchos casos, son las dudas alrededor de la idea de negocio.

¿Cómo saber si nuestra idea es buena o no? La respuesta a esta pregunta sólo la tiene nuestro mercado objetivo. Por mucho que creamos que nuestro punto de vista es el acertado quienes tiene la última palabra van a ser los que van a utilizar nuestros productos o servicios. Por eso, antes de seguir adelante, debemos preguntarles a ellos.

La cuestión principal en cuanto a las ideas de negocio está en qué problema resuelve y si esa solución es la adecuada. Ese debe ser el punto de partida, detectar un problema, algo que la gente necesita y no existe, que existe pero no es del agrado de quien lo utiliza o, incluso, que no resuelve ese problema en concreto.

La clave es hablar siempre con el mercado. Podemos detectar un problema pero debemos identificarlo claramente y para ello es necesario que los que lo sufren nos cuenten su caso. No nos quedemos sólo con nuestra percepción del mismo porque puede que esa percepción sea errónea, incluso aun siendo nosotros afectados por él debemos recabar cómo afecta a otros que están en la misma situación.

Del mismo modo, cuando hemos identificado y valorado el problema y damos con una solución, que pensamos adecuada, debemos volver a los afectados y exponerla para que ellos la valoren. La solución nos puede parecer perfecta pero quien lo debe considerar son aquellos a los que va dirigida.

Ahora nos queda por determinar si las personas a las que va dirigida esa solución están dispuestos a pagar por ella y en qué medida el valor fijado por ambas partes rentabiliza el esfuerzo realizado en proporcionarla.

Llegados a este punto, hemos conseguido componer un escenario en el que el mercado puede aceptar nuestra propuesta y los términos son los adecuados para su puesta en marcha. Entonces podemos determinar que nuestra idea de negocio tiene muchas posibilidades de triunfar.

P.D.: Desde mi punto de vista, mucho más importante que la idea de negocio es la ejecución de la misma. Considero que una mala idea bien ejecutada tiene más posibilidades que una buena que se ha puesto en práctica de forma deficiente. Sin embargo todo ayuda y realizar este ejercicio de testeo en nuestro mercado objetivo siempre es un buen punto de partida.

2 comentarios sobre “Las dudas de los emprendedores: las dudas sobre la idea

  1. Llevo cotizando 38 años y quiero montar una pequeña empresa de creación de artesanía.
    Con ese tiempo cotizado tengo derecho a jubilarme a los 65 con el 100%.
    Si me doy de alta como empresario y la empresa no tiene éxito, ¿Perjudicaría en alguna medida mi derecho a percibir lo que me corresponde una vez jubilado?.

    1. La repercusión directa que puede haber sobre la jubilación es lo que respecta al cálculo de la pensión a cobrar. Si se cotiza por el Régimen de Autónomos, la base por la que se cotice se utilizará para el cálculo de la pensión.
      Otro tema aparte será lo que pudiera pasar si el negocio fracasa y se arrastran deudas por ello. Algo que lógicamente si influirá sobre los ingresos que se perciban en el futuro

Contacta con nosotros